Pasadas las diez de la mañana en la zona centro son pocos los negocios que aún se encuentran abiertos sobre todo en la calle 5 de Mayo saliendo del paso a desnivel hasta llegar a la calle Larreategui en donde más del 80 por ciento tienen sus cortinas abajo, así lo corroboró ZER noticias en un rápido recorrido por la zona centro para reconocer cual ha sido la reacción de los locatarios en donde aún se ve movimiento de personas a quienes un patrullero les pide que se coloquen el cobrebocas.
Caminando por las calles que lucen semivacías a comparación con la actividad común, nos percatamos que negocios como Elektra, Coppel, la tienda Del Sol y Sambors siguen atendiendo a sus clientes, aunque han empezado a implementar las medidas protocolocarias como el chequeo de la temperatura al ingreso y dar gel antibacterial además de poner personal en el único acceso abierto usado como entrada y salida para tener un mayor control del número de personas que ingresan, mientras que la plaza de la Tecnología no corrió con la misma suerte porque tiene cerrados sus tres accesos.
Sobre la calle Cinco de Mayo, después de la calle Larreategui nos encontramos con la propietaria de una Papelería quien explicó que desde el cierre de las escuelas se desplomaron sus ventas hasta en un 70 por ciento provocando que tuvieran que recortar a la mitad de la plantilla laboral y de cerrar su negocio prevén la quiebra y finiquitar a las personas que aún siguen con ellos a quienes les han bajado el salario hasta en un 50 por ciento para tratar de mantener la fuente de ingresos.
Mientras caminábamos nos encontramos también a un repartidor quien llevaba en su diablito cuatro bolsas de hielo, amable se detuvo a platicar con nosotros y dijo que con la medida de bajar las cortinas de negocios no esenciales se ha visto afectada su actividad, mermando sus ingresos hasta en un 80 por ciento menos y más tomando en cuenta que con el cierre de puestos ambulantes no coloca su producto para llevar comida a sus cuatro hijos, el pago de renta y pagos de servicios que mucha gente no está consciente de la situación por la que atraviesan con el cierre de negocios.
Posteriormente recorrimos las calles aledañas al Mercado Terán que lucen en más del 90 por ciento con las cortinas abajo, no así sobre la calle Morelos en su tramo del Parián hasta López Mateos donde absolutamente todos los negocios sin importar el giro tienen sus cortinas arriba.
En la misma zona, nos encontramos a personas que apresuradas acudían a realizar alguna compra de emergencia quienes en su mayoría coincidieron en que está bien que se hayan cerrados los negocios para que aprendamos a no salir más de lo necesario, sin embargo piensan en el impacto que va a provocar en la economía de las familias que viven de las ventas en esta zona.
A pesar de la instrucción del ejecutivo estatal de cerrar sus cortinas los negocios no esenciales, pudimos constatamos que algunas zapaterías, tiendas de ropa, casas de empeño y venta de electrónicos siguen abiertos en espera de que alguna autoridad vaya y les indique lo contrario.
