Internacional

ALBERTO FERNÁNDEZ ATACA A LA OPOSICIÓN, LA JUSTICIA Y LOS MEDIOS ANTE EL ESCÁNDALO DE LA ‘VACUNACIÓN VIP’ EN ARGENTINA

Tras cuatro días de crecimiento imparable del escándalo de las “vacunas VIP” en Argentina, el presidente Alberto Fernández decidió salir este martes al ataque. Y los objetivos fueron claros: la oposición, la justicia y los medios de comunicación.

“Terminemos con la payasada”, dijo Fernández en Ciudad de México durante una rueda de prensa conjunta con el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Yo le pido a los fiscales o a los jueces que hagan lo que deban. No existe el delito del que se adelantó en la fila para darse la vacuna. No existe ese delito, no se puede construir delitos graciosamente. No sé dónde estudiaron ni quien los aprobó. Les pido a los fiscales que vuelvan a leer el código penal, ya hicieron demasiadas sinvergüenzadas”.

El feroz ataque de Fernández, profesor de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA), a la justicia tiene que ver con las denuncias y el allanamiento del Ministerio de Salud, en cuyo segundo piso se instaló un “vacunatorio VIP” para inmunizar a políticos, empresarios y familiares de altos cargos. Al estallar el escándalo el viernes, Fernández despidió al ministro de Salud, Ginés González García, y lo sustituyó por su número dos, Carla Vizzotti. Pero la situación no da tregua ni al presidente ni a la ministra.

La justicia no solo allanó el Ministerio, sino que se dispone a hacer lo mismo en el Hospital Posadas, eje del sistema de vacunación paralelo que llevó a que personajes de todo tipo vinculados al poder se inmunizaran en un país que hasta ahora vacunó a apenas el uno por ciento de su población. Entre los privilegiados se cuentan el ex presidente Eduardo Duhalde, el ministro de Economía, Martín Guzmán, legisladores, sindicalistas, asesores de prensa, familiares, choferes y periodistas afines al poder.

Fernández intentó, atentamente observado por López Obrador, acotar el escándalo, aunque sus palabras y argumentos terminaron ampliándolo. “El riesgo es que lo terminemos politizando. En circunstancias irregulares se vacunó a un grupo de alrededor de 70 personas. El concepto de irregular es un dato a revisar, porque entre los vacunados hay gente que debía vacunarse. Yo me tuve que dar la vacuna porque los medios argentinos decían que no se debía confiar en la vacuna rusa. Por el mismo motivo se dio la vacuna a (la vicepresidenta) Cristina (Fernández de Kirchner)”.

“Hubo una campaña despiadada desatada en la Argentina por la oposición diciendo que la vacuna Sputnik V era veneno. Ahora quieren que les demos el veneno a ellos. Quieren más veneno”, argumentó Fernández, que nombró en varias ocasiones al ex presidente Mauricio Macri y detalló casos de corrupción en los que estaría involucrado su antecesor, al tiempo que reclamó insistentemente a la justicia y a los medios de comunicación por su accionar.

“Pueden investigar el negocio de los peajes de Macri, el terrible endeudamiento que Argentina vivió. Pueden investigar el negocio de los parques eólicos, el vaciamiento del congreso, la responsabilidad de un ministro que mandó un submarino para que murieran 44 personas. Miren todo lo que tienen para investigar”, dijo el jefe de Estado a los fiscales y jueces de su país desde Ciudad de México.

EL PEOR ESCÁNDALO EN LOS 14 MESES DE GOBIERNO

López Obrador recogió el guante y acusó a la prensa de su país de “callar como momias” ante los poderosos, al tiempo que desgranó un rosario de empresas españolas supuestamente favorecidas por gestiones anteriores.

Fernández y López Obrador buscan construir una alianza política entre dos de las tres economías más grandes de América Latina, que son, a su vez, dos de los países en los que el covid-19 más fuertemente golpeó a nivel mundial. Los dos jefes de Estado cerraron en agosto de 2020 un acuerdo por el que Argentina fabricaría el principio activo de la vacuna de Oxford AstraZeneca y México la empaquetaría y distribuiría. Este martes confirmaron que la distribución comenzará en abril para repartir 200 millones de dosis en forma equitativa entre los países de América Latina.

Mientras eso sucede, la sensación general en Argentina es que el escándalo no tiene techo. La lista “definitiva” del Ministerio de Salud que detalla los nombres de 70 vacunados empalidece ante las denuncias en provincias y municipios. En La Rioja, una provincia del norte del país, casi todo el gabinete de ministros fue vacunado. Los medios locales hablan de mil personas “vacunadas irregularmente y no pertenecientes al sistema sanitario, que es el que tiene hoy la prioridad. Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados y tercero en la línea de sucesión presidencial, hizo vacunar a toda su familia política.

Elisa Carrió, una de las líderes de una oposición llamativamente parca ante un escándalo que hasta el momento afecta a políticos peronistas, pidió que los ciudadanos marchen “en silencio” contra el gobierno. “Los llamo a marchar en silencio por una República Argentina con una identidad moral, el viejo contrato moral sin el cual no hay cultura, instituciones, moneda; sin el cual estamos siendo humillados”.

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