Investigaciones revelan que el consumo de carne es una de las principales causas de la huella hídrica, es decir, la cantidad de agua utilizada para producir, procesar y transportar los alimentos que consumimos diariamente.
Según los expertos, la producción de carne roja, especialmente la de res, es una de las principales responsables de la huella hídrica, ya que se necesitan aproximadamente 1.000 litros de agua para producir solo 1 kilogramo de carne. En comparación, la producción de frutas y verduras requiere una cantidad significativamente menor de agua.
El consumo excesivo de carne no solo tiene un impacto negativo en la huella hídrica, sino que también contribuye al cambio climático, la deforestación y la pérdida de biodiversidad.
Los expertos recomiendan reducir el consumo de carne roja y optar por alternativas más sostenibles, como la carne de pollo o pescado, y aumentar la ingesta de frutas, verduras y legumbres.
