Ocupado en garantizar a las generaciones futuras, mejores condiciones medioambientales, el gobernador Martín Orozco Sandoval giró la instrucción de iniciar una investigación para determinar el grado de polución que presentan las zonas aledañas al relleno sanitario San Nicolás, puesto que se han encontrado peligrosos escurrimientos de lixiviados y amontonamientos de residuos sólidos descubiertos y sin compactar, aunado a que la ciudadanía que vive o labora en la zona refiere afectaciones respiratorias; lo que en estos tiempos de emergencia por COVID-19 podría agravar significativamente la crisis.
Así lo refirió el director de Gestión y Política Ambiental de la Secretaría de Sustentabilidad Medio Ambiente y Agua (SSMAA), Héctor Eduardo Anaya Pérez, al señalar que derivado de varias irregularidades, tanto en materia jurídica como en el propio manejo de los residuos sólidos urbanos -el cual no se apega a la NOM- 083 2003 establecida por la Semarnat- Aguascalientes y su población se encuentran ante un riesgo inminente de contaminación de suelos, aguas superficiales y subterráneas y aire.
“Con la entrega de las llaves del municipio a la siguiente administración, el actual ayuntamiento entregará también un grave problema sanitario, pues al día de hoy el relleno San Nicolás se encuentra rebasado y se estima que su vida útil llegue a su fin el próximo año.”, señaló el funcionario.
Asimismo, dijo que desde el Gobierno del Estado se ha dado puntual seguimiento a esta situación, a razón de atender las denuncias de ambientalistas que han llegado a la Procuraduría de Estatal del Protección al Ambiente (PROESPA), así como las inconsistencias que se han observado en los informes emitidos por el gobierno municipal ante la SSMAA.
El funcionario señaló que se revisa la viabilidad de que sea el propio gobierno estatal quien designe un espacio adecuado para la disposición final de los residuos sólidos urbanos, pues esta situación es muy nociva tanto para el medio ambiente como para la salud de las familias, y las autoridades responsables de brindar los servicios públicos a la sociedad aguascalentense, han mostrado inoperancia.