La pandemia por coronavirus mantiene a México en un semáforo epidemiológico completamente rojo o “en alerta máxima”, lo que impide que diversas actividades comerciales vuelvan a la nueva normalidad, agravando la crisis económica de las Pequeñas y Medianas empresas o las familias.
Entre las soluciones de México para enfrentar a la crisis sanitaria en primer lugar, pero también iniciar la recuperación económica y social, destaca un préstamo de mil millones de dólares (mdd) del Banco Mundial al gobierno de la Cuarta Transformación, de acuerdo con el periódico Milenio.
De acuerdo con el Financiamiento de Políticas de Desarrollo, rescatado por el diario mexicano, es pieza clave el apoyo a las empresas para proteger los empleos de los mexicanos, además de aumentar el ingreso a los hogares. Su objetivo es tener liquidez en el sistema financiero para que la recuperación sea sólida y resistente.
En la carta difundida que firmó el subsecretario de Hacienda mexicano, Gabriel Yorio al presidente del Banco Mundial, David Malpass, se revela dicha solicitud de préstamo de desarrollo de políticas para la respuesta a la pandemia de COVID-19.
De acuerdo con el texto, aseguró que el sistema financiero mexicano “enfrenta el desafío de mantener flujos de financiación adecuados a la luz de la desaceleración económica y la volatilidad derivados de la incertidumbre de los efectos de la pandemia”.
El acuerdo fue firmado por el funcionarios federales de Hacienda el 27 de mayo y por el Banco Mundial el día 21 del mismo mes. Estos recursos, señalan, van a utilizarse para desplegar nueve acciones prioritarias que buscan eliminar el riesgo que enfrenta el país.
La primera de ellas es el apoyo a la liquidez del sector financiero, luego de la medida que tomó el Banco de México de liberar recursos para los bancos; además incluyen la ampliación de servicios financieros para jóvenes y sectores que tradicionalmente están fuera del sistema bancario.
Sin embargo, la dirección de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez del Senado en México, aseguró que cuando sea superada la emergencia sanitaria, será indispensable una discusión sobre reformas que permitan enfrentar las causas subyacentes de la fragilidad del sistema de salud y de las finanzas públicas. Una reforma fiscal entre ellas.
Por otra parte, especialistas e instituciones financieras citadas por Milenio, aseguraron también que se requiere de una implementación de medidas en lo fiscal, monetario, financiero y prudencial, lo que reduciría los riesgos de una crisis financiera en la nación.