Camila Fernández y Francisco Barba se convirtieron la tarde de ayer en los protagonistas de una boda sorpresa. Después de exactamente nueve meses de noviazgo, los jóvenes enamorados decidieron dar el siguiente paso y se casaron en una boda íntima en Guadalajara frente a sus familiares y seres queridos.
Varios medios de comunicación, entre ellos, El gordo y la flaca de la cadena Univisión, dieron a conocer algunos detalles de la ceremonia religiosa que se llevó a cabo en en la iglesia de San Martín de Porres.
La novia entró del brazo de su papá Alejandro Fernandez , quien como el resto de los invitados, portó el reglamentario cubrebocas, como una de las medidas sanitarias para prevenir el contagio del coronavirus en medio de la pandemia que se vive alrededor del mundo.
“El Potrillo”, vestido de charro, como marca la tradición familiar, la tomó del brazo y le dio la bendición antes de entregarla. Mientras que el novio llegó montado en un elegante caballo.
En las imágenes que fueron difundidas en diferentes redes sociales, se puede apreciar a la joven cantante de 22 años de edad sin cubrebocas y con un clásico vestido blanco, strapless, con un largo velo del mismo color que adornó su cabellera, la cual peino con un medio recogido en el que destacó una pequeña tiara de brillantes.
El programa Despierta América captó la llegada de la abuela, Doña Cuquita, quien lucio un elegante vestido negro que acompañó con un mascarilla.
En una reciente entrevista para Ventaneando, Camila Fernándezcompartió que está muy enamorada de su ahora esposo, Francisco Barba, con quien mantiene una relación desde hace nueve meses y aseguró que su noviazgo contaba con la completa aprobación de sus padres, Alejandro Fernández y América Guinart.
“Estoy muy enamorada. Es la primera relación seria que tengo y muy bonita, muy honesta. Creo que nunca me había tocado sentir algo tan lindo y sí está ahí para mí, es una persona muy buena”, contó la cantante.