En medio de la pandemia de covid-19 un caso de peste negra -o peste bubónica- se confirmó en la región china de Mongolia Interior, una situación que de inmediato generó alarma y que hizo recordar las múltiples amenazas que rondan a la humanidad.
El hombre, un pastor, está hospitalizado en estado estable, informó la comisión sanitaria de la ciudad de Bayannur el domingo en un comunicado, aunque su infección hizo que se emitiera una alerta de tercer nivel, apenas un escalón abajo del nivel máximo, para evitar que se dé una propagación en la región ubicada al norte de China.
Ante tal escenario, la comisión prohibió la caza y el consumo de animales susceptibles de transmitir la peste -en particular las marmotas- hasta final de año, y exhortó a los habitantes que informen si encuentran un roedor muerto o enfermo.
Aunque esta enfermedad muy contagiosa es rara en China y puede ser tratada, al menos cinco personas han muerto desde 2014, según la Comisión Nacional China de Salud.
