El comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido esta noche en Ginebra declarar la emergencia internacional por el brote del coronavirus de Wuhan. Así lo ha anunciado el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que ha justificado la decisión por la necesidad de una “acción global” que permita contener el imparable avance del virus.
La OMS, como en los últimos días, ha tenido un trato exquisito con China, de la que ha alabado “la reacción sin precedentes que ha tenido ante un brote epidémico sin precedentes”. “De ninguna manera debe entenderse la declaración de emergencia como un voto de desconfianza hacia China”, ha insistido el director general, que ha puesto más el foco en la necesidad, ante la difusión del virus, de proteger a aquellos países que “ante la posible llegada del virus no cuentan con los medios para su control”. La OMS, sin embargo, considera que, por ahora, “no es necesario imponer nuevas restricciones en viajes o comercio”.
La decisión del comité de emergencia de no declarar la semana pasada la alerta había provocado una creciente incertidumbre en todo el mundo. “Al no decidir nada, el comité creó un vacío de autoridad internacional, que es el papel que debe tener la OMS. Esto ha propiciado que Gobiernos y empresas empezaran a tomar decisiones por su cuenta y sin coordinación”, afirma Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Crisis de la OMS y actual profesor asociado en la Escuela Andaluza de Salud Pública.