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LIBERTAD CONDICIONAL PARA EMILIO LOZOYA

Por segunda ocasión el ex titular de Petróleos Mexicano (Pemex), Emilio Lozoya Austin, fue vinculado a proceso por un juez de control, esta vez, por el más famoso de los casos de corrupción en los que está involucrado: el de la empresa Odebecht; sin embargo, para ambos procesos gozaría de libertad condicional.

El ex funcionario podrá enfrentar las acusaciones en su contra en libertad, lo que significa que no pisará la cárcel. Por ahora, se encuentra a la espera de que se le otorgue el alta médica, señaló su abogado Miguel Ontiveros en entrevista a varios medios de comunicación tras finalizar la audiencia.

Una vez que llegó extraditado a México, Lozoya Austin fue internado en el Hospital Ángeles Pedregal para combatir una “anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en toda su salud”, de acuerdo con las autoridades.

Por su internamiento y la actual pandemia de coronavirus, el ex titular de Pemex compareció en videconferencia desde el hospital y, una vez concluida, su abogado dio a conocer que la espera para su alta médica podría ser de dos o tres días.

Detalló también que, además de especialistas del sector privado, Lozoya es atendido por peritos oficiales de la Fiscalía General de la República (FGR). Por otro lado adelantó que en las próximas horas las autoridades mexicanas le colocarían el brazalete electrónico ordenado tanto en la audiencia de Agronitrogenados como en la del caso Odebrecht, el cual se impuso como una medida cautelar.

Durante la audiencia, los abogados de Emilio Lozoya no se oposurieron a la postura de la FGR con el objetivo de evitar obstáculos en el criterio de oportunidad, figura jurídica por la que el ex funcionario colaborará con el gobierno mexicano.

Sobre el tema, el defensor señaló que Lozoya no es un testigo colaborador, pues al acoger el criterio de oportunidad se comprometió con la fiscalía a otrogar información sobre delitos mayores y las personas que, en sus palabras, lo habrían utilizado como un “instrumento no doloso” para cometer crímenes.

Por el caso Odebrecht, el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, Juan Carlos Ramírez Benítez, impuso por segunda ocasión la colocación de un brazalete electrónico, la entrega del pasaporte de Lozoya a las autoridades y la prohibición de que el imputado salga del país, la Ciudad de México y su zona conurbada. 

A Lozoya se le acusó de los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho, por los que además se le impuso vigilancia permanente de la Policía Federal Ministerial, mientras se encuentre hospitalizado y una presentación periódica a la Unidad de Medidas Cautelares cada 15 días, tras ser dado de alta.

El defensor del ex titular de Pemex indicó al juez de control que el pasaporte y la visa para Estados Unidos habían sido entregadas al medio día, puesto que se había impuesto la misma medida cautelar en la audiencia por el caso Agronitrogenados.

Finalmente, el juez fijó un plazo de seis meses para la investigación complementaria, en los cuales, la fiscalía tendrá que reunir datos de prueba pertinentes para la siguiente audiencia.

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