Las mujeres jefas de familia al igual que los sectores más desprotegidos atraviesan por situaciones difíciles por la falta de políticas públicas para enfrentar el Coronavirus, señaló la presidenta de la Asociación Gwendolyne Negrete al indicar que de cada diez familias encabezadas por una mujer, el cuatro por ciento se dedican a la venta de productos, cuatro por ciento al empleo doméstico y el dos por ciento restantes en compañías de maquila de ropa quienes deben continuar laborando porque de ahí depende el sustento de sus hijos.
A esto hay que sumarle que generalmente viven en casas de Infonavit con familiares en situación de hacinamiento, que al estar encerrados por la cuarentena surgen diferencias entre ellos y los hijos agravándose la situación de violencia, así como con los vecinos.
La activista dijo que muchas personas hablan de suspender labores desde el privilegio de poder hacerlo porque sus jefes les permite el home office, estudiar desde casa porque la escuela lo pidió y realizar actividades desde el hogar para convivencia con los hijos, mientras hay otras familias que no se pueden dar ese lujo al no contar ni siquiera con los servicios más elementales como agua y luz.