Como un avance catalogó el presidente de la Asociación Protege Andrés Rodríguez de Alba la reforma laboral que obliga a los patrones a retribuir a sus trabajadores los pagos a lo correspondiente a los servicios de luz, internet, papelería entre otros que se generan con el trabajo en casa, luego que con el confinamiento y el home office la clase patronal se ahorraban el pago de los servicios corrientes cuando es su responsabilidad cubrirlos.
Esta situación relativamente nueva con la llegada de la pandemia obligó al Congreso de la Unión a llevar a cabo la reformar a la Ley federal del trabajo que entró en vigor a partir del martes de ésta semanas, al adicionar dentro de los contrato colectivos de trabajo la figura del teletrabajo que contemplan cinco artículos que se adicionan y se establece por escrito la modificación, para esto la vigilante de que se cumpla será el líder sindical o bien una demanda ante las Juntas Locales de la Conciliación.
El activista dijo que generalmente las empresas lo que quieren es obtener mayores ganancias por lo que vio con buenos ojos la modificación porque muchas empresas van a echar mano del home office, sin embargo deben proveer lo correspondiente a la salud laboral, horarios laborales que muchas veces no se respetaban por parte del patrón.
